Parece que Beyoncé se ha propuesto descubrir poco a poco sus secretos de moda y belleza. Si hace unos meses afirmaba que se había puesto a dieta hipercalórica para recuperar los 12 kilos que perdió durante el rodaje de la película Dreamgirls, ahora ha confesado a la edición francesa de la revista Glamour que su mejor estilista es su propia madre, la diseñadora Tina Knowles, y que ella misma se encarga de resaltar la faceta más sexy de su hija aunque, eso sí, sin caer en el exceso. Aunque es incondicional de los diseños de mamá -de hecho se afirmó que Beyoncé estaba obligada a lucir los diseños de su madre, algo que ella mismo negó- también se decanta por las grandes creaciones aunque sólo “en ocasiones especiales”.
También ha hablado de sus curvas, unas de las más deseadas y admiradas. Ella misma afirma que son “bonitas, bien moldeadas y redondas”.
Puestos a descubrir más secretos, Beyoncé ha confesado al diario británico de The Sun que no hay nada que se le resista a la hora de comer. También afirma que tiene una piel “muy buena” y que apenas “la limpia”. Este último truco, querida Beyoncé, no es el más recomendable.
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