LOS DOMINICANOS SOMOS MAS FELICES!!!

A qué se debe la sorpresa e incredulidad ocasionadas por la noticia de que RepÚblica Dominicana ocupa el segundo lugar en el “Índice de Felicidad y Satisfacción Humana” elaborado por la organización británica llamada “The New Economics Foundation”. Por qué la gente se sorprende de que ese informe consigne que los dominicanos sólo somos superados en felicidad por los costarricenses, y que somos más felices que ciudadanos de países desarrollados como Estados Unidos, Canadá o Australia. Si algo debía extrañar fue que no ocupáramos el primer lugar. Y es que con lo que el dominicano tiene que lidiar diariamente, es para ser la sociedad más triste del mundo, y sin embargo somos alegres y hospitalarios. A modo de recordación, mire usted lo que los dominicanos debemos enfrentar a diario: escasez y precariedad de los servicios básicos, apagones, falta de agua, falta de empleo, absoluto caos en el transporte publico de pasajeros, falta de autoridad e inseguridad, ya que hay que darle gracias a Dios cuando uno llega a su casa sano y salvo, sin que nadie lo haya atracado para quitarle lo poquito que lleve encima Súmele a todo esto: comida cara, combustibles por las nubes y altamente gravados, la energía eléctrica más ineficiente del planeta, narcotráfico, drogas y corrupción prácticamente generalizada y la chercha y diatriba diaria de nuestros políticos. Y si a todo esto los dominicanos somos capaces de irnos al colmadon a tomarse una fría y bailar en la esquina, si nos reímos de los chistes de Jochy Santos o de Raymond y Miguel, si disfrutamos igual una rastrería de Omega o un tal Tito Swing como una bachata del Torito, Frank Reyes o Juan Luis. Entonces, no caben las dudas y no hay que buscarle muchas vueltas, los dominicanos somos felices. Demasiado felices. Y es que americanos, australianos, canadienses o europeos tienen motivos para su felicidad. Viven en sociedades organizadas con sus necesidades básicas resueltas. Pero nosotros, viviendo en este caos, en este desorden, en este despropósito de país, aún así podemos disfrutar y ser alegres y hospitalarios. Es una de dos, o somos un conglomerado de sinverguenzas consumados, o somos simple y sencillamentes la raza más feliz del planeta Tierra, y zonas aledañas. Prefi ero creer esto último. YO SOY DOMINICANA Y SOY FELIZ...